Educación pública y privacidad, el nuevo negocio.

Google y Microsoft se han erigido en las reinas de la nueva era de la educación digitalizada. Han llegado a las aulas de nuestros centros de educación pública, y parece que han venido para quedarse. El gigante de internet y todas sus herramientas «integradoras», «facilitadoras», y «gratuitas» son la apuesta de la administración pública para introducir las nuevas tecnologías en el entorno escolar. A primera vista puede parecer un quid pro quo difícil de cuestionar. Pero en realidad es un arma de doble filo, ya que con esta aparición estelar, cada vez más consolidada, se abre un nuevo y suculento mercado por el big data, que ha encontrado una mina de datos personales hasta ahora poco explotada en nuestra casa.

La crisis pandémica de 2020 ha acelerado el proceso de tecnificación de los centros educativos y, sin más dilación, ha dilapidado software libre de la competición para hacerlo de una forma ética y democrática. Esta tendencia vertiginosa debería hacer saltar todas las alarmas ya que pone en jaque mate la soberanía tecnológica, no sólo de los alumnos sino de toda la comunidad educativa, y pone de manifiesto que la [mercantilización de la educación pública a través de un software propietario, vulnera la privacidad de la identidad digital de los alumnos] (https://xarxanet.org/informatic/noticies/campanya-la-llibertat-dutilitzar-programari-lliure-laula) y pretende comercializar con ella mediante acciones publicitarias encubiertas.

Nos encontramos, pues, ante un escenario que presenta diversas problemáticas éticas:

  • Falta de soberanía tecnológica de los centros educativos y de empoderamiento tecnológico de los alumnos y docentes.
  • La cesión masiva de información personal de menores a corporaciones que se lucran con la obtención y comercialización de estos datos.
  • Falta de inversión pública en software libre que fomenta la dependencia tecnológica.
  • Discriminación económica por el elevado coste de este software privado.
  • Vinculación de la educación pública y la empresa privada.

La privatización de la tecnología: privacidad en venta.

[Recientemente] (https://www.elsaltodiario.com/educacion-publica/google-microsoft-educacion-publica-andalucia), Andalucía ha introducido de forma oficial las herramientas privativas de Google y Microsoft a todos los centros educativos públicos de la comunidad. Aunque en un primer momento este convenio público-privado se resolvió con el acuerdo que estas empresas no utilizarían la información personal de los alumnos para crear perfiles con fines publicitarios, lo cierto es que el gigante de internet ya ha sido multado en varias ocasiones para ejercer abusos en sus prácticas. A pesar de las suculentas penalizaciones económicas, Google ha aumentado su cotización en el mercado de forma exponencial desde que se aplicaron estas sanciones. Sin embargo, la desdemocratización de la tecnología en la escuela se valora positivamente por algunos miembros de la comunidad educativa debido a los insuficientes recursos económicos de los que disponen.

En este sentido, Enrique Javier Díez Gutiérrez, doctor en Ciencias de la Educación y maestro de la Facultad de Educación en la Universidad de León, considera que la problemática que genera el uso de estas herramientas gratuitas en el ámbito público radica en que evitan la inversión de dinero público en tecnología emancipadora (software libre) y crean dependencia tecnológica. A todo ello, hay que sumar una problemática ética emergente. La implementación de este tipo de software convierte a los alumnos en usuarios digitales desprovistos de empoderamiento tecnológico y de una visión crítica de internet, perpetuando así la deseducación tecnológica en connivencia de la administración pública.

Google Classroom, Google Drive, Gmail, Google Calendar, Google Meet, Zoom, Skype, WhatsApp, Dropbox, WeTransfer, Facebook, Instagram, etc. Son ejemplos de herramientas tecnológicas privativas en la nube utilizadas frecuentemente para la comunicación, no sólo entre alumnos, sino también escuela-alumnos y escuela-familia. Las identidades digitales que intervienen en este proceso de tecnificación, crecen exponencialmente. Un auténtico paraíso del Big data digno de ser explotado. Es urgente, pues, que las herramientas tecnológicas con fines educativos y comunicativas salvaguarden los derechos digital de toda la comunidad educativa, y no los conviertan en fuentes de información masiva cedida a grandes corporaciones privadas con fines económicos.

La privatización de la tecnología como herramienta del marketing infantil

Otro de los efectos secundarios de esta práctica es la comercialización de la educación pública con fines publicitarios y lucrativas, más allá de la privacidad.

El documental del 60 minuts emitido por TV3 en 2009, hace 12 años, "Criaturas consumidoras: la comercialización de la infancia", ya nos alertaba sobre una tendencia al alza, en este caso en EEUU: la privatización de la escuela y sus elementos con fines comerciales, como la esponsorización de los buses escolares, salidas programadas a centros comerciales o el patrocinio de algunos espacios como el gimnasio, por ejemplo. No es necesario ir tan lejos.

Has oído hablar de la campaña «Un click para el cole» de Amazon? Se trata de una iniciativa comercial en la que el rey del e-commerce asume dar un porcentaje de la compra de un cliente en el centro educativo escogido, sin que ello suponga ningún coste extra para el cliente. Estas donaciones, en forma de créditos virtuales, van a parar al centro elegido y se acumulan para su canje en futuras compras de material escolar.

Lo que unos verán como una fantástica oportunidad para mejorar las instalaciones escolares o de renovar el material didáctico sin esperar la aprobación económica de la administración competente, otros lo interpretamos como una intromisión del sector privado en la escuela pública con fines puramente comerciales: incentivar las compras en la plataforma entre alumnos y familias. En este sentido, la comunidad de Navarra [ha prohibido a los centros públicos de la comunidad] (https://www.noticiasdenavarra.com/actualidad/sociedad/2020/11/05/educacion-prohibe-centros-publicos-navarros/1092529.html) formar parte de esta campaña, pero el hecho es que más de 5.000 centros educativos de todo el territorio español ya se han adherido. A esta iniciativa podríamos sumar otros con la misma finalidad, por ejemplo la producción de material o contenido educativo esponsorizado como Amazon Digital Lab, destinado a maestros y alumnos.

Otro ejemplo, que a priori puede parecer más digno de Minority report que de la vida real, es la implementación de software privado basado en inteligencia artificial. Lo cierto es que este software ya se está aplicando en varios centros educativos públicos y privados de España, como la UNED. Esta tecnología puede actuar en diversos ámbitos, tales como: la evaluación de trabajos o corrección de exámenes; programas informáticos capaces de actuar como un profesor / a, alumno / a o tutor / a virtual (chatbots); crear patrones de comportamiento para analizar y evaluar el progreso académico de los alumnos; o el reconocimiento facial para identificar al alumno en caso de examen telemático. Privacidad, privatización y automatización, todo en uno.

Software libre como elemento empoderador.

La plataforma activista xnet, alertada por este cataclismo social y tecnológico, ha comenzado a trabajar en un proyecto que pretende dotar a los centros educativos que así lo deseen de una [Suite open source] (https://caothink.com/open-source ), auditable y segura que garantice la privacidad y seguridad de los alumnos y de toda la comunidad educativa como alternativa a los servicios de Google. Se trata de defender la [soberanía de los datos personales] (https://xnet-x.net/ca/privacitat-dades-digitalitzacio-democratica-educacio-sense-google/) y otros derechos vinculados a la era digital.

El software libre nos empodera porque su naturaleza colaborativa lo hace transparente, libre y seguro, por lo que resulta clave a la hora de garantizar la privacidad de la información que se deposita. Hay, pues, que sumar esfuerzos y reflexionar sobre el papel de la escuela como elemento vertebrador de la sociedad actual y del futuro y sobre el papel de la tecnología como un elemento de bien común que se debe tener en cuenta, necesariamente desde una perspectiva ética y democrática.

  • Identitad digital
  • Privacitad
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